¿Quieres saber que me pasó para acabar consiguiendo vivir del marketing digital?

En este artículo voy a mostrarte cuál fue mi camino para llegar hasta dónde estoy hoy.

Te puedo anticipar que el camino no fue fácil, que estaba sólo en este mundo digital, que no sabía por dónde empezar y que no tenía a nadie que me guiase.

Eso sí, el viaje mereció la pena.

Cómo me convertí en marketer digital

Comienzos duros

Todo comenzó como casi todo comienza, por azares de la casualidad y del hambre.

Me había dejado un trabajo de asesor fiscal con el cual no era feliz, mi jefe de entonces era un auténtico ******** y no me veía el resto de mi vida encerrado en aquella oficina que para mí era oscura, teniendo que aguantar las impertinencias de mi jefe.

Para colmo por entonces estábamos inmersos en una de las crisis económicas más duras del último siglo, total que la cosa no pintaba muy bien para mí.

Decidí emprender

Tenía mi trabajo asegurado, las cosas pintaban mal económicamente, pero yo ya no aguantaba más, encontrar otro trabajo similar al que tenía no era una opción, así que me decidí por emprender.

¿Y qué pasó? Pues lo que le pasa al que no se forma bien, cree un negocio ruinoso de clases particulares a domicilio, que me daba poco más que para comer -literalmente-.

Un negocio que sólo me daba quebraderos de cabeza, dónde la gente me puenteaba y con la que mi ilusión por emprender y ser mi propio jefe se iba minando poco a poco…

Lo bueno que tengo es que nunca me rindo, y en una de esas por querer tener más clientes pensé en una página web, redes sociales, etc…

Pero, si sólo tenía para comer y poco más ¿cómo iba a contratar a alguien que me hiciese una web? Imposible, me decidí a hacerla yo.

Comienzos con el mundo digital

Total que cuando llegaba la noche y todo el mundo dormía me puse a leer artículos de internet para hacer una web, y a base de errores y soluciones conseguí tener mi primera página que medio funcionaba.

El gusanillo de lo digital me picó entonces para siempre y ya nunca volví a ser el mismo.

Después aprendí una de esas cosas que los marketers no dicen de primeras, la web más bonita del mundo no sirve de nada si nadie entra a verla.

Las soluciones eran dos, pagar anuncios para que la gente los vea y entre a mi web, o hacer SEO.

Como ya he dicho al principio, no tenía un euro (literal) en la cuenta, más bien la tenía en números rojos casi siempre, así que me decidí a aprender SEO para que mi web saliese en las primeras posiciones de Google.

La ruina total

Conseguí posicionar la web, pero por entonces el uso de internet no era como es hoy en día, y unido a otros fallos empresariales el negocio apenas me daba para comer, y lo peor de todo, es que otra vez era esclavo de un trabajo que me consumía 12 horas diarias.

Era mi propio jefe, lo que había buscado tanto, pero ¿de qué me servía si ni tenía pasta ni era feliz?

Giro total hacia el Marketing Digital

Necesitaba un cambio en mi vida ¿Pero cuál?

Había aprendido a hacer webs más o menos bien, incluso sabía lo que era el mundo del SEO, así que depués de leer algunos artículos de la red que decían como ganar dinero por internet me decidí a hacer un blog.

¿Y qué pasó?

Persistencia y cabezonería

En aquella época mucha gente empezó a hacer blogs para ganarse la vida o simplemente como pasatiempo.

Pensaba que en poco tiempo empezaría a ver dinero en mi cuenta, pero de nuevo lo que esperaba no ocurrió.

Trabajaba en la web, en hacer artículos, en promocionar productos que no se vendían, le hacía SEO, pero los ingresos no entraban.

El proceso de error-aprender (que tanto tiempo conlleva) me hizo ver los secretos que hay en el mundo digital.

La mayoría desistieron por el camino, pero a mí, aquella libertad de trabajar con un portátil dónde quisiese y en los horarios que yo quería me fascinaba.

Hasta que no pasó un año no conseguí los primeros 20 € de ingresos digitales.

Pero fue un momento único, la prueba de que era posible, una victoria que cambió mi vida para siempre.

Todo fue a mejor

A partir de ese momento centré todos los esfuerzos en el marketing Digital, y poco a poco los ingresos fueron entrando, primero unos 10 euros diarios,al tiempo 20… hasta que llegó la cifra de los 100 € diarios.

Esos días recuerdo un vértigo excitante, una sensación rara, porque a pesar de que estaba triunfando tenía miedo, y es que el éxito si no se sabe manejar puede jugar malas pasadas.

Pero eso ya es otra historia que contaré cuando llegue su momento.

Sólo habría cambiado una cosa en el camino, haber tenido un mentor, alguien que me guiase desde el principio para no cometer todos los errores que cometí y que me hicieron perder muchísimo tiempo.

Para eso nació ScuadraDigital entre otras cosas, para enseñar de marketing digital de afiliación con SEO sin tener que pasar por todos los errores por los que yo pasé.

Y para crear una comunidad dónde nos apoyemos unos a otros y dónde conseguir las mejores alianzas.

En el mundo digital una Scuadra es mucho más potente que un avión solitario… ¿Te apuntas?